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viernes, 6 de septiembre de 2013

MÉTODOS DE TRATAMIENTO - II

3. Tracción continua cutánea El adhesivo se despega con facilidad durante el tratamiento, por lo que se hace insuficiente para soportar la tracción necesaria aplicada al miembro. Cada vez se utiliza menos, conservando alguna indicación en el miembro superior (fracturas supracondíleas de húmero). El uso de este tipo de tracciones está totalmente contraindicado en los niños con trastornos de la conciencia o con alteraciones de la sensibilidad cutánea. 
4. Tracción esquelética Se puede hacer: a) sobre clavos dc Steinmann; b) sobre agujas de Kirschner tensadas; c) sobre tornillos de cortical. Genéricamente, si las agujas de Kirschner no pueden sen tensadas con garantía, es preferible utilizar los clavos de Steinmann, cuyo uso está limitado al calcáneo y a la extremidad distal del fémur y muy ocasionalmente a la distal de la tibia. Ningún medio de tracción esquelético deberá ser usado en la tibia proximal, por el peligro de lesión de la placa fisaria a nivel de la tuberosidad anterior de la tibia (Fig. 3). La colocación de la tracción exige los mismos requisitos y garantías de esterilidad que si de una operación reglada se tratase. Hay que tener en cuenta el lugar de ubicación de la placa fisaria para introducir el implante en la metáfisis, como mínimo 2 cm distal con respecto a la fisis (Fig. 4). La tracción sobre tornillo cortical se utiliza en el olécranon, y muy ocasionalmente en el trocánter mayor. Es fácil de colocar, ofrece buena estabilidad y permite su posterior retirada sin problemas.
5. Reducción y fijación percutánea seguida de inmovilización escayolada Es un procedimiento considerado a caballo entre el tratamiento conservador y el quirúrgico. En muchas fracturas infantiles tiene una gran utilidad, ya que empleando agujas de Kirschner se puede estabilizan una fractura ya reducida, pero de difícil contención con la escayola. Permite, además, evitar a nivel articular y segmentario posiciones extremas, a fin de conseguir estabilizar una fractura con el peligro consiguiente de síndrome compartimental (fracturas supracondíleas de codo). Exige este método paciencia, buen sentido de orientación espacial, excelente conocimiento de la anatomía de la región a través de las referencias externas, una realización en condiciones de esterilidad equiparables a una operación reglada y una no despreciable dosis de exposición a las radiaciones lonizantes, lo que constituye un inconveniente importante.
Figura 4. Puntos correctos para la inserción de la tracción esquelética. Distancia de la fisis siempre > de 2 cm.

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