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lunes, 26 de enero de 2015

Fracturas distales de antebrazo - IV

Según los distintos autores, la reducción de la rotación puede ser en pronación, en supinación o en posición neutra, admitiéndose como norma general aquella posición que garantice mayor estabilidad a la fractura. 
La inmovilización debe realizarse según la mayoría de los autores, con un yeso braquiopalmar con desviación cubital en caso de cubito íntegro o neutra si es de ambos huesos, moderada flexión de muñeca y primer dedo en oposición. Sin embargo, se han publicado buenos resultados con la utilización de un yeso antebraquiopalmar solo, bien conformado. 
El tratamiento quirúrgico más frecuente consiste en la reducción cerrada y fijación con agujas de Kirschner y esta indicado en fracturas inestables, fracturas muy desplazadas, fracturas bilaterales, fracturas desplazadas secundariamente y fracturas múltiples de extremidades. 
Dichas agujas deben ser introducidas por la estiloides radial con anclaje en la cortical contraria. Otras indicaciones de tratamiento quirúrgico incluyen: 
• Fracturas abiertas, generalmente mediante fijación con Kirschner. 
• Interposición de partes blandas (pronador cuadrado, tendones flexores) que impiden la reducción cerrada. 
• Síndrome compartimental. Este tipo de fracturas, sobretodo tras tratamiento conservador, pueden desplazarse en el interior de la inmovilización con yeso por lo que es aconsejable unos controles radiológicos cada 10-15 días así como valorar el cambio de yeso a los 15 días, una vez superada la fase de edema. 
La inmovilización se mantiene durante 4-6 semanas hasta que exista evidencia de consolidación radiológica.
En lo referente a las posibles complicaciones de las fracturas metafisarias radiales y cubitales, destacaríamos: 
• Lesión nerviosa. Representa un 1% de las complicaciones. Afectan al nervio mediano o al cubital en forma de neuroapraxias, que recuperan normalmente de forma espontánea. • Lesión vascular. Aparece también en fracturas con gran desplazamiento, pudiendo dar lugar a un síndrome de Volkman, que puede hacer necesaria una fasciotomía descompresiva si la presión intracompartimental supera los 30 mm Hg. 
• Refractura. Se da en el 7 y el 12% de las fracturas y está relacionado con edad avanzada y con la práctica de ejercicios violentos en los tres primeros meses post-fractura. • Cierre fisario prematuro. Se ha descrito tras fractura metafisaria en rodete y se ha atribuido a lesión fisaria por compresión tipo V de Salter-Harris. 

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