Atendiendo a que la mayoría de las consultas
no obedecen a causas graves y están relacionadas con el estilo de vida de las
personas, debemos desmedicalizar los problemas y terminar con el abuso de
antiinflamatorios y analgésicos.
Las opciones terapéuticas deben aplicarse de
la más sencilla a las complejas. Previo a la prescripción deben conocerse los
medicamentos que le fueron administrados anteriormente, el efecto obtenido y
eventual intolerancia.
No se debe olvidar los efectos colaterales indeseables, en especial de anti-
inflamatorios en las personas con alto índice de neuroticismo, que sufren de
colon irritable, reflujo gastroesofágico, gastritis y úlceras. Si no hay alternativa
y deben recetarse, se asocia bloqueador de la acidez gástrica, optando por la
vía de administración sublingual, rectal, subcutánea o intramuscular.
De acuerdo al componente emocional y los rasgos de personalidad es útil
asociar ansiolíticos y antidepresivos menores. Eventualmente hipnóticos.
La prescripción será con mayores detalles y énfasis en los pacientes o
familiares más demandantes y psicológicamente comprometidos.
Por último, es necesario tener en cuenta la disparidad de precios de los
medicamentos, ubicando alternativas con la mejor relación costo-benefício.Es
recomendable cuidar los costos que las indicaciones médicas determinan para
el paciente.
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