La gran mayoría de las personas alrededor de los 30
años (a veces antes), comienzan a notar que al retomar la actividad - luego de
haber estado sentado o trabajando en alguna posición incómoda- presentan algu-
na molestia lumbar -"a la cintura"- que exige efectuar movimientos y presiones
manuales para que ceda. En el transcurso de los años este fenómeno se repetirá
con frecuencia variable y en oportunidades ocurrirá con rigidez lumbar (por
contractura muscular antálgica) que se mantiene por algunos días.
Las características individuales de estos lumbagos no están relacionadas con
el proceso degenerativo, sino con un pobre control muscular segmentario espinal,
asociado a factores estresantes psicolaborales, sedentarismo, sobrepeso y mala
musculatura abdominal. Con frecuencia progresiva el dolor de espalda se ha
transformado en un efector de problemas psico-socio-laboral, de difícil manejo
y alto costo.
En algunos episodios de dolor lumbar puede aparecer una irradiación al
glúteo y cara posterior del muslo alcanzando hasta la rodilla: lumbociática
esclerotógena. denominada también facetaría.
En otros casos, la secuencia de lumbagos pasajeros se ve interrumpida por
un dolor más intenso de origen radicular que alcanza ahora al tercio medio de
pierna, tobillo o pie, secundario a un prolapso nuclear del disco; se trata de
lumbociática radicular (Figura 11-5).
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