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jueves, 21 de febrero de 2013

EVOLUCIÓN NATURAL.

La gran mayoría de las personas alrededor de los 30 años (a veces antes), comienzan a notar que al retomar la actividad - luego de haber estado sentado o trabajando en alguna posición incómoda- presentan algu- na molestia lumbar -"a la cintura"- que exige efectuar movimientos y presiones manuales para que ceda. En el transcurso de los años este fenómeno se repetirá con frecuencia variable y en oportunidades ocurrirá con rigidez lumbar (por contractura muscular antálgica) que se mantiene por algunos días. Las características individuales de estos lumbagos no están relacionadas con el proceso degenerativo, sino con un pobre control muscular segmentario espinal, asociado a factores estresantes psicolaborales, sedentarismo, sobrepeso y mala musculatura abdominal. Con frecuencia progresiva el dolor de espalda se ha transformado en un efector de problemas psico-socio-laboral, de difícil manejo y alto costo. En algunos episodios de dolor lumbar puede aparecer una irradiación al glúteo y cara posterior del muslo alcanzando hasta la rodilla: lumbociática esclerotógena. denominada también facetaría. En otros casos, la secuencia de lumbagos pasajeros se ve interrumpida por un dolor más intenso de origen radicular que alcanza ahora al tercio medio de pierna, tobillo o pie, secundario a un prolapso nuclear del disco; se trata de lumbociática radicular (Figura 11-5).

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