El niño se suele recuperar con mucha
facilidad.
En este caso, la función de los procedimientos
rehabilitadores es menos relevante
que en las lesiones traumáticas de los
adultos.
Las rigideces articulares y las acentuadas
cojeras iniciales tras las fracturas del miembro
inferior suelen desaparecer paulatinamente
de forma espontánea.La utilización
normal del miembro y la gran tendencia
lúdica de los niños son los factores más
decisivos para su recuperación. Las pérdidas
dilatadas de movilidad son generalmente
producto de una reducción y consolidación
defectuosas, prácticamente nunca corregibles
con tratamiento fisioterápico, por
mucho que nos empeñemos.
La rehabilitación tiene, sin embargo, un
papel primordial en los niños con incapacidad
funcional, bien sea de origen central o
por lesiones periféricas graves. Los niños
con afecciones discapacitantes importantes
previas al traumatismo precisan un tratamiento
rehabilitador importante para
alcanzar los niveles de actividad anteriores
al traumatismo, ya que este generalmente
produce un importante retroceso en la actividad
motora.
Figura 6. Fractura diafisaria de tercio medio de femur tratada mediante fijación externa. a) Preoperatorio, b)
Postoperatorio inmediato, c) Consolidación a los 2 meses de la fractura.
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