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miércoles, 15 de abril de 2015

Fracturas toracolumbares: DIAGNÓSTICO POR IMAGEN (I)

Deben solicitarse radiografías simples en decúbito supino de toda la columna en proyecciones anteroposterior y lateral. El estudio radiológico se solicitará sistemáticamente en todo niño con lesiones intraabdominales por cinturón de seguridad. Las proyecciones oblicuas rara vez son necesarias, excepto cuando se sospeche lesión en la pars interarticularis. En niños es excepcional visualizar líneas de fractura en las radiografías. Ocasionalmente se encuentran nódulos de Schmorl en el interior del cuerpo vertebral por extrusión del disco. La tomografía sirve para clarificar lesiones de la columna torácica alta difícilmente visibles con radiografía convencional. La tomografía lateral es muy compleja de realizar y con riesgos para el paciente, porque debe realizarse en decúbito lateral por esto es preferible la TAC. La mielografía se utiliza menos desde la implantación de la RM y la TAC que evalúan con menor morbilidad la lesión ósea y de las partes blandas. Puede realizarse cuando haya una lesión medular o de cola de caballo sin que esté claramente localizada o diagnosticada la lesión vertebral, ya que puede demostrar con precisión el nivel de compresión o de fuga del contraste.

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