El diagnóstico clínico es de sospecha si
conseguimos palpar la angulación cubital y
la luxación de la cabeza radial y se confirmará
con la radiografía que (esta lesión es
una buena lección de esta obligación) debe
incluir ambos huesos en su totalidad incluyendo
las articulaciones adyacentes (codo y
muñeca). En otras palabras, el cirujano
ortopédico no puede aceptar una radiografía
del antebrazo con una fractura aislada
cubital si el estudio no incluye las articulaciones
del codo y la muñeca adyacentes ya
que la probabilidad de que el radio esté
luxado es alta.
Un punto importante en la
interpretación de las radiografías ante un
traumatismo en el codo infantil es que la
prolongación del eje diafisario radial debe
apuntar al centro del núcleo secundario de
osificación del cóndilo lateral humeral en
todas las proyecciones. De lo contrario, se
puede afirmar que hay una luxación o
subluxación radio-humeral.
A diferencia de en los adultos, la mayoría
de las fracturas de Monteggia en los
niños, pueden ser tratadas satisfactoriamente
mediante reducción cerrada e inmovilización
con yeso durante 4-6 semanas aproximadamente
(Fig. 39).
El principio en que
se basa el tratamiento de cualquiera de estas
fracturas es la corrección de la angulación
cubital sin la que es virtualmente imposible
la reducción de la luxación radial. Para la
reducción y su mantenimiento, el codo
debe flexionarse y supinarse en las fracturas
tipos I y III mientras que debe extenderse
y pronarse en las de tipo II. En general, se
puede conseguir la reducción cerrada en las
lesiones de Monteggia hasta 2 semanas post-fractura. En niños mayores y adolescentes,
la reducción cerrada de la angulación
cubital puede ser difícil obligándonos
a realizar una reducción abierta y fijación
interna que en nuestro ámbito se realiza
prácticamente siempre con placa DCP (Fig.
40) y en algún caso de adolescente, con
enclavado elástico endomedular. Si, a pesar
de corregir la angulación cubital, se da el
raro caso de que no se consigue al mismo
tiempo la reducción radio-humeral y
radio-cubital, se procederá a su reducción
abierta, habitualmente por vía lateral
reconstruyendo el ligamento anular roto. El
tratamiento se completará con 6 semanas
de yeso seguido de fisioterapia intensiva.
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