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miércoles, 29 de enero de 2014

ANTEBRAZO Y MUÑECA Fracturas de Monteggia - III


Dentro de las complicaciones derivadas de las fracturas de Monteggia destacaremos: limitación de movilidad sobre todo en prono-supinación, luxación recidivante y lesión neurológica (sobre todo neuroapraxia del nervio interóseo posterior en lesiones tipo III) generalmente recuperable de modo espontáneo. Lesión de Monteggia inveterada. 
Cuando estas lesiones, sobre todo la luxación del radio, han pasado inadvertidas o han sido inadecuadamente tratadas dan lugar a problemas difíciles de tratar. Si la fractura de Monteggia ha sido relativamente reciente (máximo 2 años de la lesión) es razonable intentar reponer anatómicamente el esqueleto del antebrazo siguiendo básicamente los mismos principios que en la fase aguda: corregir la angulación cubital y reducir la luxación radial.Obviamente, en las lesiones inveteradas, ambas cosas se conseguirán mediante cirugía abierta: refractura/ corrección/osteosíntesis en el cúbito y reducción abierta con reconstrucción del ligamento anular en la luxación radial. 
En la técnica de Bell-Tawse esto último se realiza utilizando una tira de tendón tricipital. Hay que intentar estabilizar la cabeza radial con la reconstrucción del ligamento anular y la postura de inmovilización sin otras ayudas como las agujas transcondíleas que, entre otras cosas, presentan alto riesgo de rotura intraarticular. Los casos inveterados que llevan más años de evolución son muy controvertidos en su tratamiento ya que la cirugía mencionada tiene muchas probabilidades, no sólo de fracasar sino también de producir rigideces y otro tipo de complicaciones (lesiones nerviosas, por ejemplo). Por eso consideramos razonable la actitud de abstención hasta que la luxación radial produzca sintomatología -dolor, generalmente en la edad adulta- que nos obligue a realizar, por ejemplo, una resección de la cabeza del radio.

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