Incidencia
En 1898 Hutchinson mencionó que la
causa más importante de esta lesión era
debida a una fuerza rotatoria importante
cuando la pierna de un niño era atrapada
entre los radios de la rueda de un vagón.
Por esto a esta lesión se le denominó con el
término de «fractura de la rueda de vagón».
En esos tiempos la incidencia de estas fracturas
con desplazamiento puro anterior o
posterior era muy elevada, y así como la
frecuencia de lesiones neuro-vasculares que
requerían la amputación de la extremidad.
Sin embargo, en series publicadas más
recientemente se aprecia una incidencia
frecuente de este tipo de fracturas en el
deporte (hasta el 42%) lo que ha cambiado
también los patrones de desplazamiento
clásicos. En el momento actual, estas lesiones
presentan una mayor incidencia de desplazamiento
medial o lateral del fragmento
distal, por lo que las frecuencia de lesiones
neuro-vasculares es inferior (2-3%). No
obstante la incidencia de trastornos del crecimiento
como consecuencia de estas fracturas
sigue siendo elevada (48%).
En general, podemos decir que es una
lesión rara, con una incidencia se alrededor
del 5% de todas las lesiones fisarias y el 1%
de todas las fracturas pediátricas. Es más frecuente
en el adolescente varón.
Según la clasificación de Salter-Harris,
los tipos I y II son los más frecuentes, los
tipos III y IV son raros y el tipo V es excepcional.
Mecanismo de producción
Esta lesión, generalmente, se produce
como resultado de una fuerza angular
importante con o sin componente rotacional.
A menudo sucede tras una caída en la
que se produce en la zona de tensión con
avulsión del periostio y de la fisis. La fuerza
angular que provoca tensión provoca compresión
en el lado opuesto pudiendo originarse
una línea de fractura a nivel metafisario.
Por esto, las lesiones tipo II de Salter y
Harris son las más frecuentes.
El desplazamiento medial o lateral del
fragmento distal se observa más frecuente
en lesiones deportivas, debido a la aplicación
de fuerzas valguizantes o varizantes
(Fig. 5).Cuando, sin embargo, el traumatismo
sufrido ha sido de alta energía (accidentes de tráfico o atropellos) se da con frecuencia
una hiper-extensión que provoca desplazamiento
anterior del fragmento distal. En
estos casos, el desplazamiento posterior del
borde cortante de la metáfisis predispone a
que exista una alta incidencia de lesiones
vasculo-nerviosas. El desplazamiento posterior
puro es muy raro y sucede, generalmente,
por un golpe directo con la rodilla
flexionada.
Según el desplazamiento, estas fracturas
se pueden clasificar, en posterolateral, posteromedial,
anterior pura y posterior pura.
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