La fractura del ahorcado o espondilolistesis bilateral de C2, si bien constituye una auténtica rareza en el niño, se ha publicado esporádicamente en lactantes. No suelen asociarse a un déficit neurológico y la interpretación radiográfica es compleja por dos motivos, primero porque la sincondrosis neurocentral puede similar una fractura en la proyección oblicua (se fusiona a los 7 años de edad) y porque la subluxación fisiológica C2-C3 es difícil de diferenciar de la subluxación patológica secundaria a la fractura pedicular de C2. La hiperlaxitud ligamentosa y la horizontalización de las
pequeñas articulaciones, normal hasta los 8 años de edad, son responsables de la hipermovilidad de C2 sobre C3. Para el diagnóstico radiográfico es fundamental la línea cervical posterior y su relación con la cortical anterior de la apófisis espinosa de C2.
La línea laminar posterior de C2 debe estar como máximo a 1,5 mm de la línea cervical posterior que conecta las bases de las espinosas de C1 y C3. Si la distancia es superior a 2 mm a confirma la existencia de una fractura y si la distancia es superior a 2 mm implica una subluxación patológica sin
fractura pedicular.
El tratamiento es en principio ortopédico con un collarín cervical o incluso un «halo-jacket» en el caso de que el desplazamiento anterior de C2 sobre C3 sea superior a 3 mm.
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