El primer y más poderoso efecto terapéutico proviene de la percepción por
parte del paciente de que "su" médico está realmente preocupado por él.
El segundo elemento esencial corresponde a la evaluación de cómo están
interactuando los componentes emocionales negativos en la conducta doloro-
sa del paciente. Sus aspectos psicológicos (depresión, ansiedad, rasgos de
personalidad, trastornos de personalidad) y sociolaborales (conflictos familia-
res, accidentes laborales o en acto de servicio) (Tabla 9-1).
En tercer lugar se debe clasificar el tipo de dolor como agudo, prolongado
y oncológico, estableciendo magnitud del daño tisular y del compromiso neu-
ropático.
De esta forma podemos aplicar de forma específica a cada caso los princi-
pios terapéuticos farmacológicos del uso de analgésicos y coadyuvantes para
manejo del dolor:
- potencia analgésica creciente según necesidad;
- adecuada combinación con fármacos coadyuvantes;
- asociación de complejidad progresiva con otros métodos terapéuticos
(no invasivos o invasivos);
- administración en horarios fijos para obtener niveles plasmáticos efectivos. Sólo las dosis adicionales se indican según necesidad;
- prevención de complicaciones gástricas, en especial por uso de AINEs.
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