Historia del dolor.
Es muy útil inquirir sobre las características más frecuentes que apuntan en este sentido:
- Pobre relación entre reposo y actividad
- Localización imprecisa que no sigue dermatomas
- Intensidad superlativa que demanda urgente
atención
- Carácter urente
- Ritmo continuo (duele día y noche)
- Refractario a todo tratamiento efectuado
- Agravación frente a la terapia invasiva (ej.
infiltración)
Examen físico. Busca objetivar los signos de alteraciones orgánicas, en él
resaltan:
- Discrepancia entre la intensidad relatada y la actitud corporal: tanto las
facies. gesticulación y agilidad de movimientos (para desvestirse-vestirse y
subir o bajar de la camilla) aparecen menos comprometidos que lo esperable.
- Hiperreactividad muscular al palpar los puntos dolorosos: corresponde a
una contractura muscular voluntaria, muy exagerada, que hemos denominado como signo de la "picana eléctrica". Subyace la necesidad de demostrar que las
molestias son significativas.
- Las contrapruebas de compromiso anatómico son negativas: éstas deben
ser realizadas con la debida suavidad y distracción del paciente. Son de espe-
cial importancia en el estudio de signos radiculares y de tendinitis.
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