Estas fracturas, que constituyen menos
del 1% de todas las fracturas infantiles, pueden estar localizadas en el cartílago de crecimiento
o, más distalmente, en la región
metafisaria (Fig. 5).
Figura 5. Fracturas proximales de humero. | a) Localización Fisaria y b) Metafisaria. |
Fracturas de la fisis humeral proximal.
Son casi siempre de tipo I de Salter y
Harris (típica en neonatos -lesión obstétricay
en niños menores de 8-10 años) y, sobre
todo, de tipo II (en mayores de 10 años y
adolescentes). Los tipos III, IV y V son excepcionales
en húmero proximal. El mecanismo
lesional habitual consiste en una caída con el
hombro en hiperextensión sobre la mano
también hiperextendida o, menos frecuente,
un trauma directo en la región posterolateral
del hombro.
En el caso de las fracturas obstétricas,
se producen por hiperextensión y
rotación de las extremidades superiores en el
canal del parto, en particular si se presenta
una distocia de hombros.
Clínicamente (dolor, posible deformidad
e impotencia funcional) y radiológicamente
no son complicadas de diagnosticar.
Concretamente, en la radiografía, se suele
apreciar un desplazamiento anterolateral
significativo del fragmento distal (metafisodiafisario)
quedando el fragmento proximal
localizado medialmente. El fragmento distal,
al desplazarse lateralmente, puede llegar
a protruir bajo el deltoides, hecho ya magníficamente
descrito por Moore hace más
de un siglo.
Neer y Horowitz clasificaron estas fracturas
según el desplazamiento en cuatro
grados:
- Grado I: menos de 5 mm.
- Grado II: hasta 1/3 de la diáfisis.
- Grado III: hasta 2/3 de la diáfisis.
- Grado IV: más de 2/3 de la diáfisis
o desplazamiento completo.
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