Muchos niños con Parálisis Cerebral,
mielomeningocele (Fig. 5) o miopatías
congénitas tienen una condición asociada,
osteoporosis, y, por lo tanto, los hacen susceptibles
a sufrir fracturas. En la parálisis
cerebral, debido al imbalace muscular y
espasmo muscular, es importante considerar
la estabilización precoz de la fractura. El
tratamiento conservador en estos casos
debe ser considerado como una experiencia
penosa para el paciente y su familia,
aconsejándose el tratamiento quirúrgico.
También se han observado fracturas en
paciente con articulaciones neuropáticas, en
concreto en la indiferencia congénita al
dolor. Las neuropatías sensitivas y motoras
hereditarias tienen un trastorno asociado
del tacto y la propiocepción en alrededor
un 50% de los casos y, por lo tanto, pueden
desarrollar una articulación de Charcot.
Estas articulaciones suelen evolucionar
hacia la rigidez, bien sea por la propia degeneración
articular o por intervenciones
múltiples a las que se les someten.
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