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sábado, 11 de agosto de 2012

Diagnostico III

Tórax. Sospechar lesión de cualquier viscera intratorácica. Deben palparse clavículas, costillas, esternón y escápulas. Observación de la movilidad de parri- lla costal y presencia de crépitos subcutáneos. Percusión de tórax y auscultación cardiorrespiratoria (Figura 5-12). 
Abdomen. Sospechar lesión de cualquier viscera intrabdominal. Consignar zonas de impacto, movilidad de la pared abdominal, percusión y palpación buscando sensibilidad dolorosa e irritación peritoneal. Observar aspecto de la orina. Clínicamente las complicaciones se presentan como un síndrome de hemoperitoneo (ruptura hígado, bazo); síndrome de irritación peritoneal (ruptura viscera hueca, vejiga); síndrome de hematoma retroperitoneal (ruptura renal). (Figuras 5-13. 5-14). Siempre se deben consignar los pulsos femorales. Cuando en una radiografía de abdomen simple o columna aparecen fracturas de las dos últimas costillas y/o de apófisis transversas lumbares, se debe sospe- char un traumatismo abdominal complicado. Pelvis. En lesiones pelvianas por accidentes de alta energía, la complicación uretrovesical es frecuente. 
Verificar zonas de impacto, equimosis pudendas y dolor localizado de huesos ilíacos y sus sínfisis. Dolor a la compresión bimanual de la pelvis. Descartar uretrorragia. Si orina espontáneamente observar hematu- ria. Tacto rectal sistemático, determinando altura de la próstata. Complicaciones (Figura 5-15, 5-16, 5-17).

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