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lunes, 27 de agosto de 2012

TRAUMATISMOS DE LAS EXTREMIDADES - I

Concepto básico. Los traumatismos de las extremidades pocas veces repre- sentan por sí mismos un riesgo vital, pero complican frecuentemente el manejo primario, tienen la potencialidad de comprometer la vitalidad del segmento y/o dejar secuelas invalidantes definitivas. Estos riesgos disminuyen si hay una co- rrecta evaluación inicial y un manejo terapéutico adecuado. Por ello la primera atención es crucial y muchas veces sella de forma definitiva el pronóstico funcio- nal.
Tratamiento
Primera atención
El personal de rescate deberá corregir groseras alteraciones de ejes e inmo- vilizar con férulas de tipo universal (inflables u otras). Toda herida será cubierta con apositos estériles; si no los hay, deben usarse los elementos más limpios que se encuentren disponibles.
Atención en unidad de emergencia Evaluación inicial rápida (ABC) y resucitación enérgica simultánea Cohibir hemorragias externas con apositos y compresión local. Inmovilizar provisoriamente la (las) extremidad (es). Obtenida la estabilización hemodinámica que asegure una perfusión tisular adecuada, se procede a evaluar multidiseiplinariamente las distintas lesiones y establecer la secuencia de prioridades terapéuticas.

Evaluación del trauma músculo-esquelético.

Debe considerar 4 aspectos básicos: Magnitud de energía traumática absorbida.
- Sospecha de lesiones de riesgo vital.
- Sospecha de lesiones de riesgo de extremidad.
- Sospecha de lesiones de riesgo funcional.
Energía traumática involucrada. A mayor energía absorbida mayor daño tisular. tanto óseo (que es lo más evidente por las radiografías) como de los tejidos circundantes: músculos y tegumento externo y especialmente vasos arteriales y venosos principales. Por ello se recomienda clasificar en lesiones de baja energía, alta energía y muy alta energía. Sospecha de lesiones de riesgo vital. Debe tenerse presente en mecanismos que provocan dislaceraciones graves como aplastamientos o atriciones, amputa- ciones de extremidad y fracturas expuestas grado III. Caen también en esta categoría la fractura bilateral de fémur y los multifracturados periféricos que se asocian a luxofractura de pelvis. En este grupo se incluyen las lesiones vasculares de tronco arterial próxima!: subclavia, humeral y femoral.

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