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miércoles, 29 de agosto de 2012

TRAUMATISMOS DE LAS EXTREMIDADES - III

Tratamiento definitivo
Las lesiones musculoesqueléticas serán tratadas en un paciente hemodinámicamente estable, con su perfusión tisular restablecida y una vez solu- cionados otros traumatismos prioritarios. Se abordarán las lesiones de acuerdo a las prioridades periféricas: Lesiones músculo esqueléticas con compromiso vascular mayor. Aseo qui- rúrgico -si es expuesta- estabilización fractura y reparación vascular arterial y venosa. Síndromes compartamentales. Fasciotomias amplias de todos los compar- timentos comprometidos. No olvidar que también ocurren a nivel de manos y pies. Cierre diferido de la piel a las 48-72 horas. Fracturas expuestas. Comprometen mayoritariamente el segmento pierna -debido a la escasa cubierta anteromedial de partes blandas- planteando serias dificultades técnicas en su manejo.
El aseo quirúrgico riguroso, un adecuado manejo de las partes blandas y la estabilización ósea permite alcanzar los objetivos esenciales: cierre sin infec- ción, consolidación ósea y recuperación funcional. Luxaciones - luxofracturas. Deben reducirse rápidamente, incluso luego de la primera evaluación en caso de una luxación de rodilla con pulso distal disminuido o ausente. Luxaciones de hombro, codo, tobillo y pie se reducen luego de estabilizado el paciente. En algunos casos sin anestesia o con anestesias intraarticulares, de forma simultánea con procedimientos diagnósticos u otras intervenciones qui- rúrgicas. Si las fracturas asociadas requieren de cirugía, ésta se efectuará en el periodo mediato (48-72 horas). Fracturas cerradas. Merecen especial atención en el paciente politraumati- zado. sobre todo si son múltiples. La estabilización de las fracturas por fijación interna es condición indispensable para un adecuado manejo de enfermería (vías venosas disponibles, movilización activa y pasiva en cama) manejo respiratorio,

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