Tratamiento. Principios generales
Una vez diagnosticada la fractura fisaria,
se debe instaurar un tratamiento que, independientemente
del método, debe tender a:
Restaurar la anatomía
- Lo más importante es reestablecer la
integridad fisaria sobre todo en las
fracturas que cruzan el cartílago de
crecimiento ya que de no hacerlo con
gran meticulosidad, el resultado más
probable será la aparición de un
puente óseo fisario.También de gran
importancia, es la reducción anatómica
de las fracturas intraarticulares, ya
que de ello depende el que se produzcan
cambios degenerativos en el
futuro.
- Evitar daños fisarios permanentes.
Dichos daños conllevan generalmente
el cierre prematuro fisario parcial o
total y pueden ser producidos bien
por la gravedad de la fractura misma o
por nuestro propio tratamiento.A este
respecto es esencial realizar una reducción no forzada, si es posible con
anestesia general, anatómica y, si es
necesaria la fijación interna, cuidando
de que ésta sea lo más inocua posible
para la fisis fracturada (Fig. 2).
- Evitar la no-unión. Esto es de particular
importacia en las fracturas intraarticulares
que, al estár bañadas en
líquido articular (que posiblemente
contenga factores inhibidores de la
oteogénesis) podrían presentar problemas
de consolidación si no se reducen
adecuadamente.
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