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jueves, 4 de septiembre de 2014

Fracturas extra-articulares de la rodilla - III

Tratamiento. Principios generales 
Una vez diagnosticada la fractura fisaria, se debe instaurar un tratamiento que, independientemente del método, debe tender a:  
Restaurar la anatomía - Lo más importante es reestablecer la integridad fisaria sobre todo en las fracturas que cruzan el cartílago de crecimiento ya que de no hacerlo con gran meticulosidad, el resultado más probable será la aparición de un puente óseo fisario.También de gran importancia, es la reducción anatómica de las fracturas intraarticulares, ya que de ello depende el que se produzcan cambios degenerativos en el futuro. - Evitar daños fisarios permanentes. Dichos daños conllevan generalmente el cierre prematuro fisario parcial o total y pueden ser producidos bien por la gravedad de la fractura misma o por nuestro propio tratamiento.A este respecto es esencial realizar una reducción no forzada, si es posible con anestesia general, anatómica y, si es necesaria la fijación interna, cuidando de que ésta sea lo más inocua posible para la fisis fracturada (Fig. 2). - Evitar la no-unión. Esto es de particular importacia en las fracturas intraarticulares que, al estár bañadas en líquido articular (que posiblemente contenga factores inhibidores de la oteogénesis) podrían presentar problemas de consolidación si no se reducen adecuadamente.

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