Fracturas de Monteggia
La lesión de Monteggia, fractura diafisaria
cubital concomitante con una luxación
de la cabeza radial homolateral, es una
buena muestra de la estrecha relación anatómica
entre el cúbito y el radio que, solo
en raras ocasiones, permite lesiones aisladas
en uno de los dos huesos. No es una lesión
frecuente (2% de las fracturas alrededor del
codo en niños).
Fue descrita con perfección por Giovanni Monteggia a principios del siglo XIX, más de 80 años antes del descubrimiento de los Rayos X. Hay diversos tipos de fractura de Monteggia pero además de la fractura cubital y luxación radial, hay una segunda constante anatomopatológica: la dirección de la luxación radial va siempre acorde con la dirección del vértice de la angulación cubital. La clasificación más popular es la descrita por Bado en 1967. La fractura de Monteggia tipo I es la más frecuente (70% del total) y consiste en la fractura cubital angulada anteriormente asociada a la luxa-ción anterior de la cabeza radial. El tipo II consiste en una fractura cubital con angulación posterior y luxación posterior del radio y se da en el 5% de los pacientes.
La segunda lesión de Monteggia en frecuencia (25%) es el tipo III: fractura cubital con angulación lateral y luxación radial lateral, frecuentemente asociada a lesión de nervio radial. El tipo IV es extraordinaraio y consiste en una fractura de ambos huesos y luxación asociada del radio.Hay otras lesiones que podrían denominarse equivalentes de Monteggia como, por ejemplo, las luxaciones aisladas de la cabeza radial sin fractura cubital –aquí se incluyen las incurvaciones cubitales traumáticas- y las fracturas diafisarias cubitales con fractura del cuello radial.
Fue descrita con perfección por Giovanni Monteggia a principios del siglo XIX, más de 80 años antes del descubrimiento de los Rayos X. Hay diversos tipos de fractura de Monteggia pero además de la fractura cubital y luxación radial, hay una segunda constante anatomopatológica: la dirección de la luxación radial va siempre acorde con la dirección del vértice de la angulación cubital. La clasificación más popular es la descrita por Bado en 1967. La fractura de Monteggia tipo I es la más frecuente (70% del total) y consiste en la fractura cubital angulada anteriormente asociada a la luxa-ción anterior de la cabeza radial. El tipo II consiste en una fractura cubital con angulación posterior y luxación posterior del radio y se da en el 5% de los pacientes.
La segunda lesión de Monteggia en frecuencia (25%) es el tipo III: fractura cubital con angulación lateral y luxación radial lateral, frecuentemente asociada a lesión de nervio radial. El tipo IV es extraordinaraio y consiste en una fractura de ambos huesos y luxación asociada del radio.Hay otras lesiones que podrían denominarse equivalentes de Monteggia como, por ejemplo, las luxaciones aisladas de la cabeza radial sin fractura cubital –aquí se incluyen las incurvaciones cubitales traumáticas- y las fracturas diafisarias cubitales con fractura del cuello radial.
El diagnóstico clínico es de sospecha si
conseguimos palpar la angulación cubital y
la luxación de la cabeza radial y se confirmará
con la radiografía que (esta lesión es
una buena lección de esta obligación) debe
incluir ambos huesos en su totalidad incluyendo
las articulaciones adyacentes (codo y
muñeca). En otras palabras, el cirujano
ortopédico no puede aceptar una radiografía
del antebrazo con una fractura aislada
cubital si el estudio no incluye las articulaciones
del codo y la muñeca adyacentes ya
que la probabilidad de que el radio esté
luxado es alta. Un punto importante en la
interpretación de las radiografías ante un
traumatismo en el codo infantil es que la
prolongación del eje diafisario radial debe
apuntar al centro del núcleo secundario de
osificación del cóndilo lateral humeral en
todas las proyecciones. De lo contrario, se
puede afirmar que hay una luxación o
subluxación radio-humeral.
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