El tratamiento varía dependiendo sobre
todo del tipo y el grado de desplazamiento
de la fractura.
• Fractura en rodete. Inmovilización con
férula antebraquial durante 3-4 semanas;
normalmente no necesitan reducción.
El pronostico es bueno. Este tipo
de fractura puede, raramente, enmascarar
una lesión por compresión fisaria
tipo V de Salter-Harris cuyo diagnóstico
es siempre «a posteriori».
• Fractura en tallo verde. A la hora de llevar
a cabo el tratamiento de estas fracturas
nos planteamos las siguientes
cuestiones:
* ¿Es necesaria la reducción? La mayoría
de los autores prefieren no reducir
la fractura debido a la capacidad de
remodelación en la infancia. Aquí
también, dicha capacidad de remodelación,
está relacionada con la edad y
la localización de la fractura, de ahí
que esté aceptado que no se reduzcan
fracturas con angulaciones entre 15º y
30º en niños pequeños. En niños
mayores de 14 años sin embargo es
inaceptable cualquier angulación residual
mayor de 15º-20º. Las deformidades
en rotación no se deben aceptar,
ya que no parece que se remodelen
con el tiempo.Hay, por el contrario,
otros autores que recomiendan la
reducción anatómica siempre ya que
esta acción reduce la posibilidad de
posibles desplazamientos posteriores.
* ¿Es preciso la ruptura de la cortical
intacta? Algunos autores prefieren la
ruptura de dicha cortical para evitar el
7% de desviaciones secundarias que se
producen dentro del yeso; sin embargo,
a veces no se justifica la lesión que
se puede producir con este acto para
evitar el desplazamiento posterior.
* La corrección y posterior inmovilización
de la fractura en tallo verde se
realiza de forma inversa a su mecanismo
lesional. Así las fracturas con vértice
dorsal se inmovilizan en supinación
y las fracturas con vértice palmar
se reducen e inmovilizan en pronación
con yeso braquio palmar de
apoyo en 3 puntos. La inmovilización
se mantiene durante 4-6 semanas con
controles radiológicos periódicos por la posibilidad de desviaciones secundarias
dentro del yeso.
• Fracturas completas. Son fracturas difíciles
de reducir y fáciles de desplazarse
sobre todo si se asocian a cúbito integro.
Al igual que en el resto de fracturas
se permite un cierto grado de desplazamiento
en su reducción. La
reducción se lleva a cabo con anestesia
general o troncular y consiste en una
tracción durante 10 minutos para relajar
los músculos tras lo cual se aplica
una compresión dorsal que produce
hiperextensión del fragmento distal
para volverlo a colocar en su posición
anatómica con un movimiento de flexión
(Fig. 47).También tenemos que
reducir la desviación radial de los
fragmentos produciendo una ligera
desviación de sentido contrario
–cubital–.
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