Las fracturas del cúbito proximal en
general y, en particular las de olécranon son
muy raras en los niños (1-2% del total de
fracturas del codo).
El diagnóstico puede no ser fácil ya que,
anatómicamente, el centro secundario de
osificación aparece tarde (8-10 años) y de
manera irregular.
Por tanto, los hallazgos clínicos (dolor,
imposibilidad de extender el codo) son los
más orientativos en la sospecha de estas
fracturas.
Radiológicamente la lesión es
obvia si la osificación del olécranon está
avanzada (a partir de 9-10 años) y sobre
todo si hay un desplazamiento más o menos
importante. En edades más tempranas hay
que tener cuidado de no confundir un centro
secundario de osificación todavía
pequeño con un fragmento fracturado
metafisario y, de la misma manera, no debemos
confundir un fragmento metafisario
con el centro de osificación. Hay que tener
en cuenta que las fracturas de olécranon
pueden presentarse aisladas pero no infrecuentemente
están asociadas a fracturas de la
cabeza o cuello del radio proximal o forman
parte de una lesión de Monteggia. Otra
característica de las fracturas de olécranon,
sobre todo en los niños pequeños, es el escaso desplazamiento que con frecuencia
presentan.
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