Complicaciones tardías
Las complicaciones tardías se presentan
a lo largo del proceso de consolidación
o en la evolución posterior. Estas se van a
encontrar influenciadas por las características
de la fractura, de la persona que presenta
dicha lesión y por el sistema de tratamiento
elegido.
1. Discrepancia en la longitud de los
miembros
Habitualmente por hipercrecimiento de
la pierna afecta es la complicación más frecuente
de las fracturas de la diáfisis femoral
en los niños. El aumento del crecimiento
que se presenta después de dicha fractura
puede conducir a una desigualdad significativa
de la pierna presentando el paciente
trastorno de la marcha, escoliosis compensadora
y dolor lumbar.
La aceleración máxima del crecimiento
se observa en los primeros 18 meses después
de la fractura. No es previsible el
grado de hipercrecimiento, aunque éste
suele oscilar entre 5 mm y 2 cm.
Existen algunos aspectos que pueden
favorecer más o menos el desarrollo de esta
complicación:
Edad: algunos autores encuentran una
incidencia más elevada en niños entre 2 y 8
años. Esto se explicaría porque en la infancia
temprana, las fracturas consolidan con demasiada rapidez para llegar a producir un
hipercrecimiento importante, y las que se
producen en edades más avanzadas el poder
de crecimiento es ya mínimo. Sin embargo,
para otros, estas diferencias no existirían.
Localización de la fractura: las fracturas
a nivel del tercio proximal tienden a
producir mayor hipercrecimiento. Sin
embargo, otros autores no han observado
esta relación.
Tipo de fractura: las conminutas oblicuas
se asociaron también con una aceleración
relativamente mayor del crecimiento,
así como las transversas. Otros opinan que
tampoco el tipo de fractura o su severidad
son factores favorecedores evidentes.
Reducción: el desplazamiento inicial
de la fractura es un factor decisivo para
algunos autores en el hipercrecimiento
final. La discrepancia en la longitud del
miembro, a consecuencia de fracturas de la
diáfisis femoral, puede ser debido a reducción
con acortamiento, a separación de los
fragmentos o a la estimulación del crecimiento
lineal. Por diversos autores se ha
considerado que un acortamiento de hasta
3 cm es correcto. Otros consideran que la
cifra más real estaría alrededor de 1 cm. Sin
embargo, en niños menores de 2 años y en
adolescentes, la estimulación del crecimiento
no es tan espectacular como en las edades
intermedias de la infancia, por lo que
sólo se aceptarían acabalgamientos mínimos.
Lateralidad de la fractura con respecto al
lado dominante. El hipercrecimiento puede
obedecer, en parte, a la influencia del lado
dominante. Cuando la fractura asentaba en
el mismo lado de la mano dominante, el
miembro presentaba un hipercrecimiento
medio de 8 mm, en comparación con un
promedio de 14 mm cuando la fractura
asentaba en el lado opuesto al dominante
del paciente, la diferencia en su estudio fue
estadísticamente significativa.
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