Además de estos factores que podríamos
denominar «no modificables», hay otros
sobre los que sí podemos actuar y que tienen
que ver directamente con su tratamiento.
1.Reducción anatómica de los fragmentos.
Esto tiene mayor importancia, como
ha sido ya apuntado, en las fracturas
tipo III y IV.
2.Corrección en la osteosíntesis. Cuando
está indicado, la fijación interna de los
fragmentos fracturarios, ha de hacerse
con cuidado de no producir más
lesiones de las que ya existen.
Figura 2. (a y b) Imágenes
radiológicas anteroposteriores y
laterales de fractura tipo II de
fémur distal de Salter y Harris.
c) Evolución a los dos años,
con parada prematura completa
del crecimiento de la fisis
distal, generando acortamiento
y deformidad en valgo.
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