Los traumatismos de la columna vertebral en niños pueden ocasionar: 1) fractura y/o luxación vertebral sin lesión neurológica; 2) fractura y/o luxación vertebral con lesión neurológica, y 3) lesión medular sin fractura vertebral (SCIWORA) (Fig.4).
Los niños son altamente susceptibles de presentar lesiones medulares completas o incompletas graves. La causa es posible que esté relacionada con la relativa inmadurez de la microvasculatura de la médula espinal en niños y con la gran elasticidad de la columna vertebral infantil que requiere grandes fuerzas para lesionar la médula, causando daños más graves. Los niños que sufren fractura vertebral tienen menos lesiones neurológicas que los que presentan fractura-luxación o luxación aislada.
La exploración neurológica inicial, que debe ser lo más precoz posible, al mismo tiempo que determina la presencia, el nivel y la extensión de la lesión nerviosa, nos puede ayudar a localizar el nivel de lesión vertebral y a establecer un pronóstico de recuperación funcional. Es importante repetirla a intervalos cortos de tiempo, para detectar un posible empeoramiento neurológico, la recuperación de la actividad refleja y el fin del shock medular.
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