La incidencia de las fracturas fisarias con respecto al total de las fracturas de los niños, se encuentra alredeor del 15% y el 30%.
Con respecto a la edad, la mayor incidencia de fracturas fisarias se produce alrededor de la pubertad, por tanto algo antes en las niñas que en los niños.
En lo referente al sexo, las lesiones fisarias son más frecuentes en niños que en niñas, lo que podría explicarse por factores ambientales y, sobre todo, hormonales.
En general, el miembro superior se afecta con mucha más frecuencia que el inferior.
Con respecto a la incidencia según la clasificación de Salter y Harris, Mann y Rajmaira aportan una serie de 943 fracturas fisarias y confirman que el tipo II es el más frecuente (483 casos) seguido de los tipos I (210 c.), III (143 c.) y IV (102 c.), siendo excepcional el tipo V.