Las fracturas del cartílago de crecimiento o fisis , el único tipo de fractura verdaderamente exclusivo de los niños, presentan dos características que las hacen dignas de una atención especial. La primera es la gravedad potencial de sus secuelas y, la segunda, su alta frecuencia.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que gran parte de lo que hoy sabemos sobre los traumatismos del cartílago de crecimiento y sobre el comportamiento de dicha estructura en esas circunstancias, ya era conocido en 1898 cuando John Poland publicó su libro titulado «Traumatic
Separation of the Epiphyses» («Separación traumática de las epífisis»).Ya en el siglo XX aparecen las publicaciones que hoy están más en boga: el primero es el clásico libro de Blount, seguido años más tarde de los libros de Rang y Ogden , este último quizá el más completo sobre traumatología infantil en general y fisaria en particular.
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