La inestabilidad no traumática C1-C2 es
frecuente en el síndrome de Down, en displasia
esqueléticas tipo Conradi, en mucopolisacaridosis
y en malformaciones cervicales
tipo Klippel-Feil. La inestabilidad es
secundaria a la laxitud del ligamento transverso
o a la hipoplasia de la apófisis odontoides.
En el síndrome de Down la incidencia
de inestabilidad puede demostrarse hasta
en un 20% de los pacientes.
Cuando la separación entre la cara anterior
del atlas y la odontoides es superior a 5
mm, se recomienda evitar ejercicios que
impliquen una flexión cervical brusca. Si el
intervalo atlanto-odontoides es superior a 10
mm o si existen signos de compresión
medular la fusión C1-C2 debe plantearse
(Figs. 9 a 11).
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