Las fracturas de C1 son poco frecuentes
en el niño. El mecanismo de producción es
similar al del adulto, un golpe directo sobre
la cabeza que provoque una fuerza de compresión
directa sobre la región cervical. Los
cóndilos occipitales empujan axialmente las
masas laterales del atlas desplazándolas centrípetamente
(fractura de Jefferson). En
niños pequeños la fractura puede producirse
a nivel de la sincondrosis neurocentral (se
fusiona a los 6 años de edad) y de la sin- condrosis posterior (se fusiona a los 5 años).
La clínica consiste en dolor y rigidez cervical
y el diagnóstico se realiza radiográficamente.
En las proyecciones lateral y transoral
hay un aumento de la distancia entre la
odontoides y las masas laterales de C1. La
tomografía computarizada ayuda a confirmar
el diagnóstico, delinea la fractura y
ayuda a diferenciarla de las sincondrosis.
Son fracturas que cursan sin afectación
neurológica y el tratamiento es siempre
conservador, variando desde un collarín
cervical a un «halo-jacket» durante aproximadamente
unos 2 meses. Una vez retirada la inmovilización se debe valorar la estabilidad
mediante las radiografías laterales en
máxima flexión y extensión. La distancia
máxima entre el arco anterior del atlas y la
odontoides en el niño no debe exceder de
5 mm.
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