Recomendaciones para el manejo clínico
1. Para el paciente siempre serán más importantes -aunque no lo diga- sus
temores existenciales y vulnerabilidad social. Es necesario ponderarlos en su
justa dimensión para darse cuenta del "real" motivo de la consulta.
2. Por ningún motivo se debe insinuar al paciente que está fingiendo, exa-
gerando la sintomatología o que "son los nervios".
3. Si no se está seguro sobre qué es predominante y qué secundario, explíquele que solicitará otros exámenes complementarios o interconsultas.
4. Si hay un daño físico grave que amenace la funcionalidad, debe esperar
una reacción emocional proporcional. Es adecuado solicitar anticipadamente
apoyo multidisciplinario.
5. El predominio de lo emocional y social se expresará por un dolor super-
lativo, por falla central en el control de puerta del dolor. Es necesario recurrir a
la psicoterapia y usar psicofármacos.
6. Con gran frecuencia existe un daño tisular degenerativo previo, asinto-
mático, que constituye un punto débil del paciente. Este será percibido como
doloroso de forma periódica, coincidiendo con situaciones emocionales negati-
vas.
7. Si el ambiente clínico sugiere un predominio social, es muy probable que
el paciente sólo "sane1' si obtiene la compensación que busca, sea afectiva
(conflictos familiares), laboral (accidentados del trabajo o en acto de servicio y
enfermedades profesionales), monetaria (seguros contra accidentes personales)
o por litigio judicial (cuasi delitos de lesiones).
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