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martes, 14 de abril de 2015
Fracturas toracolumbares: CLÍNICA
Existen dificultades para diagnosticar las fracturas vertebrales en niños porque la anamnesis no es fácil de obtener, los signos de fractura son poco característicos y en politraumatizados, muchas veces se presta atención a otras lesiones, pasando desapercibidas fracturas vertebrales muy importantes.
En los niños mayores es más fácil el diagnóstico, porque nos puede llamar la atención y precisar el área de máximo dolor vertebral.
Un signo habitual es la presencia de una marca cutánea transversal lineal, que representa el punto de máxima restricción del cinturón de seguridad, o en los casos de atropello señales de neumáticos en el dorso y más raramente en la cara ventral del tórax. En las fracturas por compresión puede evidenciarse una gibosidad. Además, se encontrará dolor a la presión en las apófisis espinosas y limitación de la movilidad vertebral. Los niños no pueden levantarse de la posición de decúbito y si lo consiguen se protegen con ambos brazos para aminorar el peso doloroso en el foco de fractura.
Se ha comprobado la existencia de lesiones intraabdominales en el 50 al 90% de lesiones provocadas por el cinturón de seguridad en niños, y se debe tener un alto índice de sospecha en estos casos. También en niños las fracturas de las apófisis transversas torácicas o lumbares aparentemente poco severas, en el 20% están asociadas a lesiones abdominales severas.
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