Activación masiva neuroendocrina. Ocurre de forma casi instantánea frente a una amenaza de riesgo vital. El sistema general de alarma es activado por el instinto de conservación. - Activación recurrente. Desencadenada frente a las amenazas en la vida de relación -con frecuencia simbólicas o inexistentes- que afectan la homeostasis neurohormonal debido a las emociones negativas (ansiedad, depresión, ira) que provocan. Las manifestaciones somáticas dependerán del control que sea capaz de ejercer el lóbulo prefrontal izquierdo sobre los arranques emocionales.
Manifestaciones físicas. Verdaderas o simbólicas, las amenazas determinan una respuesta del sistema nervioso, con manifestaciones orgánicas bien características, que son de tres órdenes: Respuesta rápida de tipo eléctrica axonal mediada por neurotransmisores: catecolaminas (adrenalina, noradrenalina), encefalinas y betaendorfinas. A través del SNC y SNA, con latencia de milisegundos, se pone en alerta a todo el organismo para la reacción de ataque o fuga: taquicardia, hipertensión, vaso- dilatación del territorio muscular estriado, vasoconstricción facial (palidez). p¡- loerección, sudoración y agudización de todos los sentidos. Respuesta hormonal lenta vía sanguínea: a través de las conexiones nerviosas y vasculares el hipotálamo activa la hipófisis, que estimulará tiroides, páncreas, suprarrenales y glándulas sexuales. Los glucocorticoides secretados por las SR preparan al organismo para una mayor demanda energética prolongada en el tiempo. - Respuesta de inmunodepresión transitoria. Está mediada por los neurotransmisores y las hormonas del estrés. Frente al riesgo externo que compromete la supervivencia, el organismo opta por discriminar una amenaza humoral interna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario