Seguir rutinas ordenadoras. Las rutinas ordenadoras, tanto en las etapas
del diagnóstico como del tratamiento, controles y seguimiento, permiten disminuir eventuales omisiones que nos lleven a cometer un error. Además permiten
obtener una importante economía de tiempo en el proceso del diagnóstico clínico.
Entre las principales rutinas está el seguir la secuencia: historia detallada y
examen físico meticuloso, antecediendo a la lectura de las imágenes. Invertir la
secuencia es la principal fuente de errores diagnósticos.
Dar la debida importancia a la clínica. Habilidad esencial en un buen
cirujano es -en primer lugar- ser buen clínico. Sus indicaciones terapéuticas,
ortopédicas o quirúrgicas, deberá formularlas luego de una historia clínica y
examen físico exhaustivo, que le permitan ponderar en su justa dimensión los
factores de organicidad, psicógenos y sociolaborales del paciente.
Dominar la anatomía funcional. El dominio de la anatomía funcional de los
sistemas músculo esquelético y nervioso periférico, es esencial para la correcta
formulación diagnóstica y para efectuar abordajes quirúrgicos seguros, limpios
y atraumáticos.
Planificar su cirugía. Con detalles de la anatomía radiológica, técnica quirúrgica a emplear, implantes osteoarticulares más adecuados, instrumentación y
equipamiento disponibles.
Establecer una
técnica quirúrgica segura. Es responsabilidad del cirujano verificar ordenadamente cada una de las etapas pre, intra y posquirúrgica inmediata
de la intervención:
- Colocación correcta en la mesa operatoria.
- Preparación cuidadosa de la zona a intervenir Isquemia con
manguito neumático o por infiltración local con epinefrina.
- Disección preferentemente cortante
(bisturí-tijeras).
- Exposición anatómica amplia, no infundibuliforme.
- Hemostasia cuidadosa por electrocoagulación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario