Diagnóstico.
Se debe sospechar si hay antecedentes familiares, en especial
en mujeres. Un 20% de los recién nacidos tienen una cadera "inestable" sólo
por laxitud articular, con resalte de la cadera (signo de Ortolani positivo) (Figura
13-5).
En el transcurso de la maniobra se obtiene la "luxación" y "reducción", si la
cadera es inestable. Dentro de este grupo un porcentaje tiene displasia,
subluxación o luxación, lo que se comprobará por la repetición del examen al
mes. Se debe tomar radiografías ante la menor duda.
Radiografía. Pelvis anteroposterior con caderas en 45° abducción y rota-
ción neutra del pie.
La proyección debe estar bien centrada (agujeros obturadores simétricos)
ya que la ausencia de epífisis femoral visible hace difícil la interpretación radio-
lógica. Si la línea que continúa el fémur no está centrada en el acetábulo, es
anormal y requiere control con especialista (Figura 13-6a).
Cuando están presentes los núcleos de crecimiento epifisiario, deben ocupar
el cuadrante inferior y medial de las líneas trazadas (Figura l3-6b).
Conducta:
En el recién nacido, si hay cadera inestable se indica doble pañal, insis-
tiendo en la importancia de mantener la abducción de caderas.
Examen control a los 30 y 60 días. En ese momento sólo en algunos persis-
tirá la inestabilidad. En estos casos se solicitará una radiografía de cadera y/o
una ultrasonografía.
Si hay sospecha de displasia derivar al especialista.
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