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jueves, 23 de mayo de 2013

Artritis piógena aguda

Clasificación: Artritis piógena directa: implantación del germen por heridas penetrantes, artrocentesis diagnósticas o terapéuticas y cirugía articular (endoscópica o abier- ta). Artritis piógena indirecta, por lo general es hematógena, por émbolos sép- ticos de un foco primario. 
Etiología. Estafilococo dorado en la gran mayoría de los casos. Menos frecuente Estreptococo piógenes, gramnegativos, gonococo, y otros. 
Patogenia. La artritis hematógena afecta con predilección las grandes arti- culaciones: rodilla, cadera, hombro, codo y tobillo. La reacción inicial es una sinovitis aguda con derrame seroso, que se trans- forma rápidamente en purulento. Luego ocurre la infiltración celular de los teji- dos periarticulares. Finalmente se produce la destrucción del cartílago articular, tejido subcondral y hueso. 
Cuadro clínico. Es trascendental el diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno, para obtener restitución ad integrum. El cuadro articular puede aparecer aislado o complicando una enfermedad infecciosa grave. Dolor persistente y progresivo, que se acentúa sobremanera con los movi- mientos pasivos o activos de la articulación. Hiperestesia, calor local, aumento de volumen y derrame articular. Posición antálgica en semiflexión del miembro comprometido. Síndrome febril asociado. En lactantes y niños menores existe un estado infeccioso previo en casi todos los casos. 
Laboratorio. Es crucial el examen del líquido sinovial. En etapa incipiente puede estar claro o ligeramente turbio al examen macroscópico, pero tiende a volverse rápidamente purulento en la medida que avanza la infección. El liquido mostrará: - Más de 50.000 leucocitos por mm3. - 90° o de polimorfos nucleares. - Coágulo de mucina friable y fragmentado. Se estudia además tinción de Gram. cultivo y antibiograma.

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