Clasificación:
Artritis piógena directa: implantación del germen por heridas penetrantes,
artrocentesis diagnósticas o terapéuticas y cirugía articular (endoscópica o abier-
ta).
Artritis piógena indirecta, por lo general es hematógena, por émbolos sép-
ticos de un foco primario.
Etiología. Estafilococo dorado en la gran mayoría de los casos. Menos
frecuente Estreptococo piógenes, gramnegativos, gonococo, y otros.
Patogenia. La artritis hematógena afecta con predilección las grandes arti-
culaciones: rodilla, cadera, hombro, codo y tobillo.
La reacción inicial es una sinovitis aguda con derrame seroso, que se trans-
forma rápidamente en purulento. Luego ocurre la infiltración celular de los teji-
dos periarticulares. Finalmente se produce la destrucción del cartílago articular,
tejido subcondral y hueso.
Cuadro clínico. Es trascendental el diagnóstico precoz y un tratamiento
oportuno, para obtener restitución ad integrum.
El cuadro articular puede aparecer aislado o complicando una enfermedad
infecciosa grave.
Dolor persistente y progresivo, que se acentúa sobremanera con los movi-
mientos pasivos o activos de la articulación. Hiperestesia, calor local, aumento
de volumen y derrame articular. Posición antálgica en semiflexión del miembro
comprometido.
Síndrome febril asociado. En lactantes y niños menores existe un estado
infeccioso previo en casi todos los casos.
Laboratorio. Es crucial el examen del líquido sinovial. En etapa incipiente
puede estar claro o ligeramente turbio al examen macroscópico, pero tiende a
volverse rápidamente purulento en la medida que avanza la infección.
El liquido mostrará:
- Más de 50.000 leucocitos por mm3.
- 90° o de polimorfos nucleares.
- Coágulo de mucina friable y fragmentado.
Se estudia además tinción de Gram. cultivo y antibiograma.
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