Son muy frecuentes y se relacionan con alguna actividad que exige movimientos repetitivos, de carácter profesional o deportivo. Otras veces ocurre por
exceso de uso en actividades no habituales (Figura 3-6).
El tratamiento contempla reposo, calor local y antiinflamatorios con precau-
ción. En los casos más rebeldes calor profundo (uliratermia-ultrasonido) e infiltración con corticoidcs de acción prolongada. Una vez efectuada esta última
queda formalmente contraindicado el ultrasonido. La cimgia es de excepción,
salvo en la enfermedad De Quervain de evolución crónica, en que es más conveniente de partida la apertura del primer compartimento tendinoso dorsal de la
mano. Esta afección se caracteriza por una impotencia funcional del pulgar con
dolor a nivel de la estiloides radial.
En la epicondilitis los signos claves son dolor a nivel de la inserción de los
músculos epicondíleos a la palpación y en la extensión de la muñeca contra
resistencia.
En las tendinitis aquiliana están contraindicados los corticoides locales por
la posibilidad de una ruptura tendinosa patológica. A las medidas habituales, se
agrega un realce al taco de 1 cm o una talonera de 1,5 cm para aflojar la tensión
del tendón.
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