Tratamiento definitivo
Las lesiones musculoesqueléticas serán tratadas
en un paciente hemodinámicamente estable, con
su perfusión tisular restablecida y una vez solu-
cionados otros traumatismos prioritarios.
Se abordarán las lesiones de acuerdo a las prioridades periféricas:
Lesiones músculo esqueléticas con compromiso vascular mayor. Aseo qui-
rúrgico -si es expuesta- estabilización fractura y reparación vascular arterial y
venosa.
Síndromes compartamentales. Fasciotomias amplias de todos los compar-
timentos comprometidos. No olvidar que también ocurren a nivel de manos y
pies. Cierre diferido de la piel a las 48-72 horas.
Fracturas expuestas. Comprometen mayoritariamente el segmento pierna
-debido a la escasa cubierta anteromedial de partes blandas- planteando serias
dificultades técnicas en su manejo.
El aseo quirúrgico riguroso, un adecuado manejo de las partes blandas y la
estabilización ósea permite alcanzar los objetivos esenciales: cierre sin infec-
ción, consolidación ósea y recuperación funcional.
Luxaciones - luxofracturas. Deben reducirse rápidamente, incluso luego de
la primera evaluación en caso de una luxación de rodilla con pulso distal
disminuido o ausente.
Luxaciones de hombro, codo, tobillo y pie se reducen luego de estabilizado
el paciente. En algunos casos sin anestesia o con anestesias intraarticulares, de
forma simultánea con procedimientos diagnósticos u otras intervenciones qui-
rúrgicas.
Si las fracturas asociadas requieren de cirugía, ésta se efectuará en el
periodo mediato (48-72 horas).
Fracturas cerradas. Merecen especial atención en el paciente politraumati-
zado. sobre todo si son múltiples. La estabilización de las fracturas por fijación
interna es condición indispensable para un adecuado manejo de enfermería (vías
venosas disponibles, movilización activa y pasiva en cama) manejo respiratorio,
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