Las fracturas del carpo son excepcionales
en los niños
Fractura de escafoides
Es la más habitual del carpo (87%), aparece
en adolescentes y excepcionalmente
en niños menores de 10 años, debido a la
gruesa capa de cartílago que rodea y protege
el núcleo de osificación en esas edades
tempranas
El mecanismo de producción es la caída
sobre la mano en extensión y ocasionalmente
el traumatismo directo. Las fracturas
de escafoides pueden afectar: al polo proximal
(en escasas ocasiones), al tercio medio
(25%) y al tercio distal, siendo éstas las más
frecuentes en niños (75%). Concretamente las avulsiones del polo distal son las más
habituales en los niños.
La clínica de estas fracturas es poco llamativa,
con dolor en la región de la tabaquera
anatómica que va cediendo con los
días, por lo que el niño con frecuencia
comienza de nuevo a realizar su actividad
normal; por este motivo el diagnóstico clínico
deba ser inmediato, para que estas fracturas
no pasen desapercibidas. Podemos
observar también tumefacción de la zona
con impotencia funcional para la movilización
del carpo.
Ante un diagnóstico de fractura distal de
radio debemos de descartar una fractura de
escafoides, ya que esta asociación es relativamente
frecuente.
El estudio radiológico (Fig. 53) debe
incluir proyecciones antero-posterior, lateral,
oblicuas, y en pronación máxima (muy
importante en las avulsiones), así como una
placa comparativa de ambos carpos. Las
radiografías pueden ser poco demostrativas en fases iniciales de la lesión, por ello es
necesario repetirlas al cabo de 10-15 días e
incluso, si fuera necesario, realizar un TAC
para llegar al diagnostico certero de fractura.
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