Fracturas completas. Son fracturas difíciles
de reducir y fáciles de desplazarse
sobre todo si se asocian a cúbito integro.
Al igual que en el resto de fracturas
se permite un cierto grado de desplazamiento
en su reducción. La
reducción se lleva a cabo con anestesia
general o troncular y consiste en una
tracción durante 10 minutos para relajar
los músculos tras lo cual se aplica
una compresión dorsal que produce
hiperextensión del fragmento distal
para volverlo a colocar en su posición
anatómica con un movimiento de flexión
(Fig. 47).También tenemos que
reducir la desviación radial de los
fragmentos produciendo una ligera
desviación de sentido contrario
–cubital–.
Según los distintos autores, la reducción
de la rotación puede ser en pronación, en
supinación o en posición neutra, admitiéndose
como norma general aquella posición
que garantice mayor estabilidad a la fractura.
La inmovilización debe realizarse según
la mayoría de los autores, con un yeso braquiopalmar
con desviación cubital en caso
de cubito íntegro o neutra si es de ambos
huesos, moderada flexión de muñeca y primer
dedo en oposición. Sin embargo, se
han publicado buenos resultados con la utilización
de un yeso antebraquiopalmar solo,
bien conformado.
El tratamiento quirúrgico más frecuente
consiste en la reducción cerrada y fijación
con agujas de Kirschner y esta indicado
en fracturas inestables, fracturas muy
desplazadas, fracturas bilaterales, fracturas
desplazadas secundariamente y fracturas
múltiples de extremidades.
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