Como podrá apreciarse en el contenido
de los siguientes capítulos, el hueso en la
edad infantil presenta una serie de peculiaridades,
tanto en su composición como en
su fisiología, que son determinantes en la, a
menudo, especial morfología de las fracturas
en este grupo de edad y dan lugar a unas
reacciones ante la fractura características del
hueso inmaduro.
En cuanto a los mencionados rasgos
particulares de composición y fisiología del
hueso inmaduro podríamos destacar:
• Cartílago de crecimiento (o fisis) presente.
• Periostio grueso y fuerte.
• Relación agua-matriz orgánica vs
mineral elevada. Por eso, el hueso
infantil es más elástico y menos frágil
que el del adulto.
• Relación cartílago/hueso en las epifisis
más elevada cuanto más joven es el
niño.
• Alta capacidad de regeneración tisular
que se manifiesta por un «turn-over»
acelerado de aposición-reabsorción
ósea con respecto a los adultos y que
se incrementa aún más en caso de
fractura (para su reparación) o de alteraciones
mecánicas en el hueso, por
ejemplo producidas por una consolidación
viciosa (para su remodelación).
TIPOS DE FRACTURAS
Muchas de las fracturas en los niños son
del mismo tipo que las de los pacientes
esqueléticamente maduros (adultos) pero,
precisamente los factores más arriba mencionados
contribuyen en gran medida a
que los niños también sufran con frecuencia
fracturas exclusivas o casi exclusivas del
hueso inmaduro.
Fracturas del cartílago de crecimiento
(fracturas fisarias)
Dado que esta estructura sólo existe en
el esqueleto inmaduro se puede decir que
éstas son fracturas exclusivas de los niños
(Fig. 1a). Son responsables en ocasiones, y
sobre todo si se diagnostican y tratan poco
adecuadamente, de graves secuelas que
afectan principalmente al crecimiento futuro
del segmento óseo fracturado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario