Los rayos X forman parte el espectro de
radiaciones electromagnéticas, que tienen la
capacidad de penetrar la materia, de emitir
luz al incidir sobre ciertas sustancias (efecto
luminiscente), de producir cambios en las
emulsiones fotográficas (efecto fotográfico),
de ionizar los gases (efecto ionizante), y de
producir cambios en los seres vivos (efecto
biológico).
La visualización de las imágenes
ocurre por la diferente absorción de rayos
X por las distintas estructuras del organismo,
de este modo se distinguen cinco densidades
básicas: metal, hueso, tejido blando,
grasa y aire.
La principal limitación de los rayos X es
la radiación a la que somete a los niños. Se
sabe que las dosis de radiación son acumulativas,
y en algunos órganos aumenta el riesgo de cáncer relacionado con ella, de
ahí la importancia de disminuir la radiación
a dosis tan bajas como sea razonablemente
posible (realizar las exploraciones necesarias,
colimar, utilizar protectores, etc.).
En la actualidad se están desarrollando
sistemas de radiología digital, el más utilizado
es la Radiología Computarizada, cuyas
ventajas son la reducción de la radiación y
el soporte electrónico que permite visualizar,
archivar y enviar imágenes con mucha
mayor facilidad y rapidez (Fig. 3).
La radiología simple es la primera exploración
que se realiza generalmente en la
valoración de los traumatismos del sistema
musculoesquelético.
En el estudio de las
fracturas es importante el conocimiento de
la anatomía radiológica y la realización de
las proyecciones adecuadas. En general se
realizan dos proyecciones con 90º de angulación
entre ellas (Fig. 1), se incluyen las dos
articulaciones próximas a la fractura, y pueden
ser necesarias proyecciones oblicuas y
radiografías comparativas, imágenes de las
dos extremidades en caso de dudas en fracturas
y variantes de la normalidad, así como
radiografías posteriores, días después del
traumatismo, si existen dudas en la primera
exploración y la clínica sugiere fractura.
Hay un grupo de fracturas características
de la infancia como la fractura en «tallo
verde», fractura por incurvación o abombamiento,
fractura en «rodete» o «torus»y las
epifisiolisis (fracturas a través del cartílago
de crecimiento). En la fractura en tallo
verde, se interrumpe una cortical, son típihueso y con frecuencia engrosamiento de
la cortical.
Los niños que empiezan a andar pueden
presentar cojera súbita sin traumatismo
claro, típicamente es debida a fractura en la
diáfisis tibial oblicua y no desplazada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario