Se basa en 8.682 fracturas: el riesgo de
fractura en el niño es del 42% y en la niña
del 27%. Según Landin, no parecen existir
diferencias marcadas entre los dos sexos
antes de la pubertad. Uno de cada dos accidentes
es sobre dos ruedas. La superioridad
de frecuencia de los varones, dos veces más,
se manifiesta después de la pubertad.
Las diez fracturas más frecuentes son:
• Fractura extremidad distal del
antebrazo 22,7%
• Mano y falanges 18,9%
• Carpo y metacarpianos
(excepto escafoides) 8,3%
• Clavícula 8,1%
• Tobillo 5,5%
• Diáfisis tibia 5,0%
• Tarso y metatarso 4,5%
• Falanges 3,1%
• Fractura supracondílea 3,3%
• Diáfisis cúbito y radio 3,2% Son más raras:
• Fractura de fémur 1,6%
• Fractura cuello de radio 1,2%
• Fractura cuello de fémur 0,04%
Algunos factores geográficos pueden
jugar un papel determinante; Landin reseña
que la epidemiología de las fracturas es muy
variable, y subraya que las fracturas de la
tibia son, por ejemplo,mucho más frecuentes
en los países en donde se practica el
esquí, como sucede en Austria.
El perfil epidemiológico evoluciona en
el tiempo. En Suecia en 20 años los accidentes
graves y mortales han disminuido, y
los accidentes deportivos han aumentado
de forma considerable. Algunos factores
sociológicos influyen en la epidemiología,
por ejemplo el aumento del empleo del
monopatín (skate-board) ha cambiado considerablemente
la epidemiología de las fracturas,
al igual que el hecho de que cada vez
más niñas participen en actividades deportivas.
La prevención en Suecia es una prioridad,
una preocupación de los poderes
públicos.
El riesgo de refractura es: del 3,5% para
el antebrazo y del 5,3% para el húmero.
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