El tipo de lesiones osteoarticulares que
sufren los niños es diferente al de los adultos
debido a varios factores entre los que
destacan su comportamiento y la familia, así
como su especial anatomía y fisiología.
Comportamiento. La mayoría de las lesiones
ocurren durante el juego o por caídas
durante el día. De hecho, alrededor del 50%
de los niños y 25% de las niñas sufren al
menos una fractura durante el crecimiento.
Los niños no se accidentan en el trabajo ni
tratan de rentabilizar sus lesiones. No se
emborrachan ni llegan a casa a medianoche.
Familia. La familia, generalmente, cuida
a los niños, incluso estando en una espica
de yeso. La familia necesita información
(explicaciones) y sufre ansiedad a menudo.
En raras ocasiones la familia (o el/la cuidador/
a) es la causante de las lesiones (niño
maltratado).
Anatomía y fisiología. Los niños tienen un
hueso poroso y flexible, lo que facilita la
producción de fracturas en rodete y en tallo
verde. Los cartílagos de crecimiento (fisis)
son «gomosos» y almohadillan las superficies
articulares, por lo que las fracturas articulares
son poco frecuentes. Hay lesiones
fisarias. Éstas son parciales (Salter y Harris
III y fracturas triplanas) cuando la fisis está
ya parcialmente cerrada. Las lesiones ligamentosas
y luxaciones aisladas son poco
frecuentes, porque las fisis fallan antes.
Algunas fracturas de antebrazo parecen
ocurrir más frecuentemente en épocas de
crecimiento rápido.
Las fracturas de cadera y raquis son
infrecuentes. De hecho hay 100 fracturas de
cadera de adulto por cada una en niños.
Hay otros tipos de fractura en adultos que
son raros de ver en niños (semi-lunar, escafoides,
platillos tibiales, etc.). Las lesiones
meniscales son mucho más frecuentes en
adultos.
Con respecto a clasificación, las fracturas
infantiles no encajan en la clasificación AO.
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