Hinton y cols. publicaron un trabajo
epidemiológico acerca de las fracturas del
fémur en el niño: 1.485 fracturas fueron
objeto de un análisis étnico, sociológico y
económico. Los niños presentaron una incidencia
superior a las niñas, la raza negra se
mostró más expuesta que la blanca con
independencia del sexo. La caída fue la causa
principal antes de los 6 años, los atropellos
entre los 6 y 9 años y los accidentes de moto
o automóvil durante la adolescencia.
Hubo
dos períodos con fracturas de fémur más
frecuentes: en la primera infancia y durante
la adolescencia. Paradójicamente entre los
10 y 13 años, momento en el que se presenta
la más alta incidencia de fracturas, la
incidencia de fracturas de fémur es relativamente
baja.
Antes de los 2 años de edad, el 14% de
las fracturas eran causadas por malos tratos,
aunque muchas de las fracturas tratadas en
urgencias fueron debidas a caídas secundarias
a negligencias familiares.
Durante la adolescencia, las fracturas por
arma de fuego constituyen una originalidad
epidemiológica de la población norteamericana.
Las malas condiciones económicas son
responsables de una frecuencia tan elevada
de fracturas de fémur: barrios pobres, hacinamiento,
madres de familias solas responsables
de la familia. Esta característica es, sobre
todo, muy clara en el grupo de niños fracturados
entre los 6 y 9 años. La tasa media
de fracturas de fémur es del 15‰, aumentando
esta tasa notablemente cuando el
poder adquisitivo de la familia es menor de
1.000 dólares, y puede ser del 34,5‰ en los
sectores más desfavorecidos. En los sectores
más ricos es del 4,1‰.
Este trabajo epidemiológico
demuestra cómo factores culturales,
étnicos, geográficos, económicos influyen
en la frecuencia de las fracturas.
Bayley estudia las fracturas de la extremidad
inferior del radio. El pico de incidencia
es prácticamente superponible al
pico puberal en las niñas, entre los 11,5-
12,5 años, y el de los niños, entre los 13,5-
14,5 años. Esta concordancia no se puede
explicar por un incremento en las actividades,
sino más bien en relación con una
mayor vulnerabilidad de la placa de crecimiento
durante el brote puberal.
Farnsworth y cols. analizan la especificidad
etiológica de las fracturas supracondíleas
en San Diego. Las niñas están más frecuentemente
afectadas que los niños.
El
miembro no dominante se afecta más que el
dominante. La caída banal de una altura
representa el 70% de las fracturas. Los niños
menores de 3 años fácilmente caen de una
cama o una mesa. Los mayores de 4 años son
víctimas de caídas durante la práctica de
actividades al aire libre en columpios, toboganes,
etc. que son causas frecuentes de estos
accidentes.
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