LESIONES ESPECÍFICAS
Cadera
• La luxación traumática de la cadera en la
infancia, por lo general, se reduce de
forma cerrada.
- Los márgenes son cartilaginosos y
blandos.
- Pueden desprenderse fragmentos
osteocondrales del reborde acetabular.
• La reducción no concéntrica de la cadera
luxada (Fig. 1).
- Traduce la presencia de un fragmento
cartilaginoso.
- Debemos asegurarnos realizando
una artrografía o, mejor aún, una
TAC-Artrografía.
- Los cuerpos libres en la articulación
deben ser extraídos.
Rodilla
• Fractura osteocondral de la rótula tras
luxación.
- Por lo general, tiene una porción
ósea pero si el haz de rayos -X no
coge la porción más larga del fragmento,
puede no verse.
- Los fragmentos grandes pueden ser
fijados quirúrgicamente, pero el
índice de unión no es alto.
• Fractura osteocondral del cóndilo femoral
(Fig. 2).
- Puede asociarse también a luxación
de rótula.
- El cartílago articular puede despegarse
como una cáscara de naranja,
sin componente óseo.
- Hay que sospecharla cuando hay
gotas de grasa en la artrocentesis.
- El fragmento puede ser repuesto si
es grande y se localiza en una zona
importante (de carga).
Codo
• Luxación aparente.
- Las fracturas epifisarias tipo I o II
(desprendimientos) de la extremidad
distal del húmero parecen auténticas luxaciones de codo en niños pequeños
en los que aún no son visibles los
centros de osificación.
- La fractura epifisaria es más frecuente
que la luxación en los primeros
años de vida.
- La artrografía nos saca de dudas
(Fig. 3).
- El contraste dibujará la porción distal
del húmero, y proximal del radio
y cúbito.
- Fracturas epifisarias o a través de la
fisis se hacen evidentes.
• Fracturas condíleas desapercibidas (Tipo
IV).
- La parte epifisaria de la fractura
puede ser completamente cartilaginosa
y,por tanto, no visible a los
rayos X.
- El fragmento óseo metafisario
puede ser solamente una escama
ósea y tan delgado que sea difícil su
visualización radiológica.
- Es fácil que pase desapercibido en
menores de 3 años.
- Prestar atención ante un codo hinchado
con radiología normal.
- La sospecha clínica debe tenerse en
cuenta.
- La naturaleza exacta de la fractura
la define la artrografía
• Fracturas aparentes de epicóndilo/epitróclea
(Fig. 4).
- Una epitróclea desplazada puede ser
un hallazgo radiológico solamente.
- El epicóndilo/epitróclea puede
estar dentro de un gran fragmento
invisible de cóndilo. - Incluso aun estando presente el
núcleo de osificación del capitellum
la fractura no pasa a través de
él. La radiología puede mostrar
solamente un sutil cambio en la
forma o un mínimo desplazamiento.
- Siempre que el epicóndilo/epitróclea
esté desplazado y el centro de
osificación no sea visible en su
localización normal, sospechar un
fractura de cóndilo.
- La definición de la lesión la da la
artrografía.
• Fractura aparente de cóndilo.
- Es muy característica la aparición
de una escama de hueso metafisario.
- Teóricamente podría corresponder
a una fractura tipo II de S-H, que
no afecta la articulación, no requiriendo
una reducción abierta.
- Casi siempre es una fractura de
cóndilo que requiere reducción
abierta.
- Una escama o cascarilla metafisaria
ósea es indicación suficiente para
una anestesia general y artrografía.
• Artrografía de codo.
- Puede ser realizada por el cirujano
previa a la reducción.
- No se pierde tiempo, tal como
sucede con la RM o TAC.
- La técnica es muy sencilla: se pasa
una aguja desde externo-anterior a
la cabeza radial con el codo en flexión.
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