La denominación traumatismos del
parto se emplea para designar los traumatismos,
evitables o no, que se producen durante
el nacimiento del niño.Algunas personas
pueden interpretar la expresión traumatismos
del parto como indicativa de lesiones
que se producen por descuido o falta de
pericia del Médico, sin embargo es importante
aclarar que en ocasiones estos traumatismos
son inevitables y necesarios para
obtener al producto. El proceso del parto
aun bajo las más favorables y controladas
circunstancias es potencialmente un evento
traumático para el niño.
Los factores de riesgo para traumatismo
obstétrico son los siguientes:
1. Primiparidad.
2. Parto prolongado o extremadamente
rápido.
3. Presentación anormal.
4. Baja estatura materna.
5. Interrupción del descenso del feto
en posición transversal.
6. Oligohidramnios.
7. Recién nacido prematuro.
8. Recién nacido con cabeza grande.
9. Recién nacido con peso elevado
para su edad gestacional.
10.Desproporción céfalo-pélvica.
11.Utilización inadecuada de fórceps,
tracción, compresión o manipulación
manual.
El traumatismo obstétrico puede abarcan
una amplia variedad de lesiones,
Ehkenfest los clasificó de la siguiente
manera:
1. Caput sucedaneum.
2. Cefalohematoma.
3. Lesiones de la piel cabelluda.
4. Fractura de los huesos craneanos.
5. Lesiones intracraneanas.
6. Lesiones y/o fractura de la columna
vertebral.
7. Parálisis facial.
8. Lesiones de la cara.
9. Lesiones de los ojos.
10.Lesiones del oído.
11.Lesiones del cuello.
12.Lesiones del esternocleidomastoideo.
13.Fractura de la clavícula.
14.Lesiones del plexo braquial.
15.Lesiones de las extremidades superiores.
16.Lesiones del tórax.
17.Lesiones del abdomen.
18.Lesiones de las extremidades inferiores.
La frecuencia de trauma obstétrico es de
aproximadamente 1% incluyendo cualquier
tipo de las lesiones enumeradas. Las lesiones
mencionadas son de interés especial para el
obstetra, neurólogo, pediatra, radiólogo y
cirujano ortopedista, a este último le corresponde
conocer ampliamente las lesiones del
sistema musculoesquelético y del plexo braquial.
Las lesiones esqueléticas, en orden de
frecuencia decreciente, son: fracturas de clavícula,
de la diáfisis humeral, de la diáfisis
femoral, lesión fisaria humeral proximal y
distal y lesión fisaria femoral proximal y distal.
Las fracturas en un punto distal al codo
y la rodilla son raras, de hecho, la fractura de
la tibia en un neonato casi siempre es patológica
y hay que descartar la pseudoartrosis
congénita de dicho hueso. Si se advierten
múltiples fracturas se debe sospechar osteogénesis
imperfecta o artrogriposis múltiple
congénita.
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