La exploración radiológica de frente y
perfil de toda la columna vertebral o de la
región sospechosa de traumatismo es obligatoria.
Entre un 11% y un 20% de los
traumatismos vertebrales en el niño afectan
a más de un nivel. Las proyecciones en
máxima flexión y extensión no deben realizarse
de entrada y menos en un paciente
comatoso.
La práctica de un T.A.C. de la
región sospechosa de una fractura o subluxación
es el siguiente paso (especialmente
útil a nivel de C1-C2). La resonancia magnética
está indicada cuando existe una
lesión neurológica sin lesión radiográfica, o
para valorar preoperatoriamente la presencia
de fragmentos óseos, restos discales o
subluxaciones que comprometan la integridad
del canal medular.
Según el aspecto radiográfico las lesiones
cervicales se pueden dividir en:
Fractura del cuerpo vertebral y de los arcos
posteriores por compresión. Hay un aumento
de la densidad ósea que es difícil de diagnosticar
en niños pequeños por las alteraciones
de osificación. Puede afectar a varios
niveles.
El tratamiento siempre es conservador,
simple collarín cervical durante 2 ó 4
semanas. No suele haber secuelas, ya que
siempre hay un remodelamiento espontaneo
en niños menores de 10 años de edad.
Fractura con subluxación o luxación. Afecta
a los adolescentes, el diagnóstico suele ser
radiológico en un 83% los casos.
Subluxación o luxación. El tipo de lesión
suele ser por distracción violenta. Frecuente
en niños de corta edad (menores de 5
años). Pueden asociarse a una fractura de la apófisis vertebral. La lesión medular es frecuente.
Lesión medular sin alteración radiográfica
(SCIWORA).
El síndrome de lesión
medular sin abnormalidades rádiograficas es
la lesión más severa de la columna infantil.
Suele afectar a niños de corta edad y su
incidencia varía entre un 4% y un 66% de
las lesiones medulares. Mientras que las
lesiones incompletas tienen un buen pronóstico
de recuperación, las lesiones completas
no se recuperan. El diagnostico por
resonancia magnética (RM) puede demostrar
un edema medular, una sección medular
o un hematoma epidural aunque una
RM completamente normal no es infrecuente.
El mecanismo etiopatogénico suele
ser una distracción de la columna cervical
que provoque una inestabilidad vertebral
severa, una fractura de la apófisis vertebral,
una hernia discal transitoria o un compromiso
vascular con isquemia de la médula. El
tratamiento consiste en inmovilización cervical
seguido de un periodo de observación
prolongado. Pang y cols. reportan que un
52% de los niños con SCIWORA presentaron
una paraplejia retardada hasta 4 días
después del traumatismo.
La gran mayoría
de estos niños refirieron síntomas neurológicos
transitorios después del traumatismo.
El tratamiento quirúrgico no esta indicado
excepto, cuando existe una compresión
medular.
En pediatría hay una serie de patologías
congénitas que hacen más vulnerable la
región cervical y muy especialmente la
médula espinal. Estas incluyen el «os odontoideum
», la occipitalización de atlas, el síndrome
de Down, el síndrome de Conradi y
las mucopolisacaridosis.
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