Ciertas fracturas de la columna cervical
alta y la mayoría de las fracturas de la
columna cervical media y baja pueden ser
tratadas efectivamente con inmovilización
externa rígida, después del realineamiento
de la fractura. Se recomiendan ortesis rígidas
o semirrígidas para prevenir recidivas en
el síndrome de lesión medular sin anormalidad
radiológica. Los collarines blandos o
de Filadelfia restringen el movimiento
mínimamente y no son recomendables.
Dependiendo del nivel y gravedad de la
lesión puede ser necesario mantener la
inmovilización durante 6 a 12 semanas.
Ortesis moldeadas de material plástico tipo
«body jacket» son adecuadas para fracturas
estables de la columna torácica, dorsolumbar
y lumbar, siendo, además, bien toleradas
por los niños.
Después de la reducción e inmovilización,
el grado de inestabilidad determinará
si se requiere tratamiento postural o quirúrgico.
Las indicaciones quirúrgicas de la
lesiones de la columna vertebral en niños
incluyen la estabilización de lesiones no
reductibles o marcadamente inestables,
subluxación significativa sin fractura ósea,
compresión medular mantenida, lesiones
que permanecen inestables después de tratamiento
ortopédico y en los casos de deformidad
progresiva de la columna vertebral.
Pocas veces es necesario realizar tratamiento
quirúrgico de urgencias. Cuando la
estabilización quirúrgica es necesaria se
puede retrasar hasta que el paciente esté clínicamente
estable, dentro del período subagudo,
entre el segundo y el decimocuarto
días después de la lesión.
En general, la fijación
vertebral interna mediante síntesis
metálicas es poco utilizada en niños. La
laminectomía descompresiva a uno o varios
niveles no debe ser realizada en niños, sobre
todo si la lesión primaria afecta las estructuras
anteriores de la columna vertebral, ya
que puede aumentar la inestabilidad vertebral
y agravar los déficit neurológicos, además,
puede causar una cifosis postlaminectomía
con el desarrollo.
El programa fisioterápico del niño tiene
como objetivo adiestrar en la prevención de
formación de úlceras por presión mediante
cambios posturales, de contracturas y deformidades
articulares mediante cinesiterapia y
de complicaciones respiratorias mediante
fisioterapia respiratoria.
Deberá potenciar la musculatura residual,
adiestrar al niño en las actividades de
la vida diaria, la bipedestación y reeducación
de la marcha con la ayuda de las ortesis
adecuadas y conseguir la reinserción
escolar y social.
El grado de independencia funcional
final alcanzado por cada paciente depende
básicamente del nivel neurológico y de la
gravedad de la lesión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario