La mielografía tiene poco rendimiento y
se utiliza para descartar lesiones como protrusión
discal o hematoma subdural que
precisen tratamiento; en raras ocasiones se
encuentra tumefacción medular o bloqueos
parciales o totales de LCR. El hallazgo en la
mielografia de extravasación de LCR por
lesiones debidas a tracción longitudinal de la
columna vertebral indica peor pronóstico.
El uso sistemático de resonancia magnética
nuclear en el SCIWORA ha revelado
muchas anormalidades, que pueden dividirse
en dos grupos: extraneurales y neurales
(Fig. 9).
La RM puede objetivar lesiones de partes
blandas extramedulares, como pérdida
de señal en el ligamento longitudinal anterior
(con frecuencia asociadas a ensanchamiento
del espacio discal anterior o a
pequeñas hernias anteriores de material
discal), lesiones del ligamento longitudinal
posterior (a veces con hernias discales posteriores),
o hemorragia intradiscal.
Algunos
autores correlacionan la localización de la
lesión extramedular con el mecanismo de la
deformación raquídea, siendo las lesiones
anteriores causadas más probablemente por
hiperextensión, las posteriores por hiperflexión
y las centrales o discales por cizallamiento.
Ocasionalmente se han descrito hemorragias
en el ligamento tectorial por detrás
de la apófisis odontoides o en los ligamentos
interespinosos e interlaminares posteriores.
Excepcionalmente la RM puede detectar
fracturas transversales o lesiones compresivas
no diagnosticadas. No obstante, la
ausencia de lesiones extramedulares en la
RM no descarta lesiones de partes blandas,
pues en un 35% de pacientes no se objetivan
lesiones discales o ligamentosas. A su
vez, la presencia de lesiones de partes blandas
en la RM no se asocia con inestabilidad
tardía, pero los pacientes deben de ser
inmovilizados igualmente durante tres
meses.
Las lesiones medulares vistas en la RM de
la médula espinal postraumática están en
función de las diversas formas de metabolización
de la hemoglobina extravasada,
habiéndose descrito cinco patrones de
hallazgos relacionados con el SCIWORA:
1) sección completa de la señal medular; 2)
hemorragia medular importante,mayor del
50% del área transversal de la médula; 3)
hemorragia menor del 50%; 4) edema sin
hemorragia y 5) excepcionalmente se han
descrito SCIWORA con RM sin alteraciones.
Algunos autores realizan RM en fase
aguda (0 a 3 días), repitiéndola a los 10 días
aún en el caso de detectar anomalías en la
primera, con el fin de valorar el aumento
de la hemorragia intracordal.
Es recomendable realizar siempre una
RM tardía a los 4 ó 6 meses para descartar
degeneración medular (mielomalacia) y
siringomielia.
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