Patogenia
La razón más aceptada para la alta incidencia
de lesión medular con radiografías
normales en niños es que la columna vertebral es más elástica que la médula. La
inmadurez de las estructuras óseas, junto
con la elasticidad de los ligamentos vertebrales
y de los tejidos blandos paravertebrales,
hacen a la columna vertebral pediátrica
más deformable.
Esto permite su autorreducción
después del desplazamiento intersegmentario
momentáneo causado por las
fuerzas externas que dañan la médula y las
meninges. Las carillas articulares planas y
con una orientación más horizontal que en
adultos permiten una mayor movilidad de
traslación.
El acuñamiento anterior de los cuerpos
vertebrales inmaduros facilita el desplazamiento
vertebral entre segmentos de movimiento
adyacentes.
Los procesos uncinatos
están pobremente desarrollados permitiendo
mayor rotación lateral y movimientos
laterales. Los cartílagos de crecimiento
representan otra área de vulnerabilidad a la
lesión.Tanto la médula como las meninges,
que se encuentran ancladas por los ligamentos
dentados, raíces nerviosas y vasos
sanguíneos, no comparten este grado de
elasticidad, dando lugar a contusión, transección
e infartación medular, así como
rotura de las meninges sin que se produzca
lesión ósea o ligamentosa.
La mayoría de las características anatómicas
propias de la columna vertebral
pediátrica se transforman, alrededor de los
8 ó 9 años, en similares a las del raquis adulto.
Por ello, los niños menores de 8 años tienen
mayor incidencia de SCIWORA (Fig.
7), de lesiones medulares completas o más
graves y mayor localización en la columna
cervical superior. Por el contrario, los niños
mayores de 8 años presentan más frecuentemente
lesiones óseas en caso de lesiones
medulares completas, SCIWORA con
lesiones medulares incompletas o de menor
gravedad y mayor localización en la columna
cervical baja.
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