El diagnóstico radiográfico de las lesiones
vertebrales traumáticas en niños es difícil
por las características de inmadurez de la
columna vertebral infantil. Esta dificultad
de interpretación es mayor a nivel cervical,
que es también donde se localizan la mayoría
de las lesiones.
Como la mayoría de las lesiones se producen
en el contexto de un politraumatismo,
el diagnóstico puede retrasarse, lo que
puede dar lugar a un empeoramiento del
daño medular e incluso la muerte, por no
realizarse la inmovilización adecuada y el
tratamiento desde el primer momento. En
politraumatizados, particularmente en
pacientes comatosos, la presencia de traumatismo
craneal o facial debe hacernos
sospechar la existencia de lesión de la
columna cervical.
La exploración neurológica determinando
el nivel de lesión sirve de gran ayuda
para la localización de una posible lesión
vertebral. Un hecho peculiar del raquis
pediátrico es que la radiografía puede parecer
totalmente intacta (luxaciones y subluxaciones
reducidas espontáneamente, SCIWORA)
Inicialmente, a todo paciente se le
deben realizar radiografías simples anteroposterior
y lateral, y seguidamente se debe realizar
una resonancia magnética para confirmar
el nivel de lesión e identificar lesiones neurales
y extraneurales no visibles en estudios
rutinarios.
Dependiendo de los hallazgos y de la
situación clínica de los pacientes estará
indicada la realización de estudios adicionales:
tomografía, de gran ayuda para valorar
la extensión de la fractura; tomografía axial
computarizada, extremadamente útil para
identificar lesiones óseas y que continúa
siendo la técnica de elección para evaluar
fracturas complejas; mielografía, muy desplazada
actualmente; ecografía, utilizada para
valorar el daño medular en neonatos,
donde las láminas no están aún osificadas;
potenciales evocados, que pueden demostrar y
localizar la alteración de la función de la
médula espinal.
Después de una completa evaluación
radiológica, una gran proporción de niños
que presentan lesión medular secundaria a
un traumatismo, pueden tener los estudios
radiológicos normales, encuadrándose
entonces dentro del síndrome de lesión
medular sin anormalidad radiológica.
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